En verano, las piezas del coche se desgastan más debido a varios factores relacionados con el calor extremo. Las altas temperaturas provocan la expansión de los materiales, lo que puede generar tensiones adicionales. Los neumáticos, por ejemplo, se calientan y pueden desgastarse más rápidamente, aumentando el riesgo de reventones.
El sistema de refrigeración del motor trabaja más intensamente para evitar el sobrecalentamiento, lo que puede llevar a un desgaste prematuro de componentes como el radiador, las mangueras y el termostato. Además, el aceite del motor puede perder viscosidad más rápido, reduciendo su capacidad de lubricación y protección. Aquí te dejamos un listado de los elementos que más se desgastan.
Batería y motor
El calor extremo acelera la evaporación del líquido electrolito en la batería, disminuyendo su capacidad de carga y aumentando el riesgo de fallos. Además, el motor trabaja bajo mayores exigencias debido al esfuerzo adicional del sistema de refrigeración para mantener una temperatura segura. Esto puede provocar un desgaste más rápido de componentes críticos como el radiador y las mangueras, así como una mayor posibilidad de sobrecalentamiento. Estos factores combinados contribuyen a una mayor incidencia de averías en estos sistemas durante el verano. Estos elementos son las piezas del coche que más sufren en verano.
Neumáticos
En verano, las ruedas se desgastan más debido a las altas temperaturas y las condiciones de la carretera. El calor hace que el asfalto se caliente, lo que aumenta la fricción entre los neumáticos y la carretera. Además, las temperaturas elevadas provocan la expansión del aire en los neumáticos, incrementando la presión interna y el riesgo de reventones.
El uso frecuente del aire acondicionado y la conducción en viajes largos también contribuyen al desgaste, ya que los neumáticos soportan más peso y esfuerzo. Estos factores combinados aceleran el deterioro de las ruedas durante los meses de verano. Los neumáticos son una de las piezas del coche con mayor facilidad de desgastarse.
Aire acondicionado
Se estropea más debido a su uso intensivo para combatir el calor. El sistema trabaja continuamente a máxima capacidad, lo que puede provocar un desgaste acelerado de componentes clave: el compresor, los ventiladores y el condensador. Estas piezas del coche son muy sensibles a su gran uso.
Además, las altas temperaturas exteriores ponen más presión sobre el sistema para enfriar el aire, lo que puede llevar a sobrecalentamientos y fallos. La evaporación del refrigerante también puede aumentar, disminuyendo su eficiencia y provocando posibles fugas. Estos factores combinados resultan en una mayor incidencia de averías del aire acondicionado durante los meses de verano.
Frenos
Las altas temperaturas generan calor adicional en los discos y las pastillas. El uso frecuente del freno para detenerse en condiciones de tráfico intenso o en pendientes contribuye a un desgaste más rápido. Además, el polvo y los residuos de la carretera se acumulan más rápidamente en los frenos calientes, afectando su eficacia y aumentando la necesidad de mantenimiento durante la temporada de verano.